A continuación:
DESCUIDAR
Mirar la habitación y encontrarse allí. Escuchando música y bajando los decibeles, quizá empastillado, quizá borracho, quizá drogado, quizá no. Estar en el cuarto y querer volar, esa sensación indescriptible que hace invencible. Ver las luces de una ciudad que no quiere apagarse porque cree que la noche es larga, que puede ser la última, tal vez lo sea, pero para algunos. La reminiscencia de tiempos mejores asoma por esa ventana cubierta de polvo y machacada a golpes. Desde ahí se ve el río, también una estela fulgurante, recuerda veranos en la arena, haciendo el amor en la cama, sobresaliendo en las puertas de los hombres que no quieren amor, solo sexo casual. Algunas lágrimas se contienen, otras no, pero una sonrisa recupera esa armonía que unos meses antes había. Dientes blancos que resaltaban por doquier, sueños disparados por la mejor de las ilusiones. Un par de errores, también de inseguridad, volvieron a la relación algo fálico, sin fuerza para volver e impulsar más risas, suspiros, ambición por apostar a un proyecto. La supremacía del mal pasar, de los malos momentos, lograron todo esto. Un cuarto, una botella, un par de pastillas y una persona. No puede ser buena esa suma. Solo resta ver el amanecer, imaginar que al lado está esa persona tan especial y terminar de consumar las últimas líneas del propio relato…
FIN
Suena mientras tanto: Holy Piby-Reggae Chill Out
Nonpalidece-Un Amor
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