viernes, 17 de octubre de 2008

NOS estamos lastimando

Bueno, reabriendo y desempolvando mi blog, aprovecho para agradecer a todos los que entraron con ganas de Gancia o sin ellas. Si entraron sin ganas de Gancia, mejor, porque es una lástima pero no les voy a dar uno... Ok, dicho esto paso a hablar un poco de lo que me compete en este post. A continuación voy a dejar un texto que escribí hace ¿un año? y que todavía no pierde su vigencia, perdura y perdura sobre todo en tiempos de desamor, como lo es ahora...
Hoy fue una noche de nostalgia, mirando las luces de los barcos del río, escuchando EOY, revisando cosas viejas del fotolog(que ya se pasó de moda), ríendome un poco de mi mismo digamos. A todo esto, es probable que se repita este texto en mi fotolog...
Y bueno, para quién quiera leer, le dejo...




“Te quiero”, una de esas palabras que uno le escapa. Es que es un arma de doble filo, es el advenimiento de algo hermoso pero que a la corta o a la larga se termina. Puede que se la tome con cariño durante mucho tiempo pero, al final es “te quiero” quien te deja sin fuerzas cuando es ella misma la que deja de ser escuchada. En un momento es como estar en el paraíso, pero puede llegar a ser la fruta prohibida. Cuando uno la escucha se enternece, se sonroja, se motiva, se excita, se alegra, se tambalea y un montón de cosas más. Finalmente es ella la que decidirá cuando sea el momento de alejarse de tu vida, tu casa, tu boca, tus brazos, de las tardes en las plazas, en los cuartos, en el bar. Ríes mientras puedes de ella porque caes como un ingenuo y cegado detrás de su suave sonido transformado en susurro en la boca de tu compañera. La única manera de rechazarla es pretendiendo plantearle al mundo la disyuntiva de si eres un ser humano o acaso un robot. Es que no entiendes de razonamientos porque “te quiero” se dice con el corazón, no con la cabeza. Se podría llegar a comparar con un dogma, no se lo cuestiona ni aunque tengas el nivel de desconfianza de un animal salvaje al extraño. Cuando eres derribado a golpes por ella, cuando no llama más a tu celular, cuando no te envía mensajes, cuando no te escribe, cuando no te extraña, es “te quiero” quién te deja la cabeza destrozada, porque recuerda que la vida la manejas con el pensamiento, no con el sentimiento. Tanto te duele que ya no quieres salir de tu cama, no quieres trabajar, leer, escuchar, hablar y menos que menos sentir. Estás en un estado gravitatorio permanente y solo piensas en ella, pero ella te olvidó. Definitivamente estás en otro lugar del “te quiero”, puede que te quieran pero ya no suena como antes, no tiene ese particular sonido que se cuela entre los dientes delanteros, en los tímpanos no resuena como un canto dominical y misericordioso. Entonces tus dudas pasan por si eras el real destinatario del halago, el verdadero dueño de la palabra, el adjudicado para ahondar en palabras meramente legales. El mundo lo ves como una gran esfera de luces, un río que lo observas con delicadeza y desidia, un viaje que te remueve los más profundos sentimientos, amordazas la arena de la playa que posiblemente te haga gritarle al viento todas las lágrimas que estás guardando para hacerlas descender de manera vertiginosa. Ya la lluvia te hace inspirar una letra de una poesía para darle pie al primer vaso profundo de vodka o para fumar el primer cigarrillo de marihuana quizá, pero sabes que la inspiración está, la motivación para despedirte del “te quiero” en una misiva sentida, es que finalmente la pronuncias sin el corazón ni la cabeza, solo es una sórdida palabra que dices con la boca…

FIN


Si estos son lugares donde estuvimos...












Hago mi lugar aparte para decir, te quiero :)



Sonó Mientras Publicaba: Alas-Jordan
Angela-Jordan


http://www.fotolog.com/lavidalosabra

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